"¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe?" (Marcos 4:40 NVI)
Jesús hizo esa declaración a Sus discípulos en medio de un mar extremadamente tormentoso. ¡Ellos estaban frenéticos y asustados, y Jesús estaba totalmente en paz durmiendo en la popa de la barca sobre una almohada! Ese es mi Dios, nunca angustiado y siempre en paz.
Los discípulos parecían muy molestos con Jesús por no unirse a su temeroso delirio y le dijeron lo siguiente.
"le despertaron* y le dijeron: Maestro, ¿no te importa que perezcamos?" (Marcos 4:38 LBLA)
Jesús caminó en fe y esperaba que Sus discípulos mostraran al menos algún tipo de fe en Él. ¡Pero no lo hicieron!
La mayoría de nosotros hemos tenido experiencias de la vida de nuestro “mar tormentoso” y probablemente actuamos de manera similar como los discípulos lo hicieron en esta historia. Estoy seguro que aprendimos de esas experiencias que Dios siempre está en control y hemos decidido elegir la fe sobre el temor. Aprendimos que nuestro Dios podía calmarnos en medio de cualquier mar de problemas e incluso calmar el mar.
Así que la siguiente vez que enfrentemos sentimientos abrumadores de temor y desesperación, recordemos, Dios espera que tengamos fe y confiemos en Él. Él estará con nosotros nos llevará hasta el otro lado, sin importar cuan mal se vean las cosas. ¡Amén!
Dios te bendiga, Brian Mark Weller