Mientras caminaba a mi lugar a solas con Dios esta mañana, escuché al Espíritu Santo decir, “Extiende tu mano.”
Inmediatamente me recordó de la vez que Jesús hizo esa declaración. La historia está en Mateo 12:9-13. Esta breve historia empieza en el versículo 9 y 10, “Pasando de allí, entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía una mano paralizada.” En el versículo 13, Jesús le dijo al hombre, “Extiende la mano. Así que la extendió y le quedó restablecida, tan sana como la otra.”
¿Te preguntas que hubiera pasado si ese hombre no tomaba ese paso de fe como de niño y extendía su mano a Jesús? ¿Se hubiese alejado en la misma condición con la que había entrado? ¿Hubiese perdido la oportunidad de su vida entera de tener uso total de su mano nuevamente? Las buenas nuevas son que el hombre si extendió su mano, y Dios honró su fe simple como de niño pequeño para responder al mandato de Jesús. ¡Él también honrará tu fe!
A través del Espíritu Santo, Jesús nos está diciendo hoy a nosotros, “extiende tu mano.” ¡Acércate y recibe lo que necesitas del trono de Su gracia! El hombre en la historia necesitaba sanidad, pero ¿cuál es tu necesidad hoy? ¿Es sanidad, finanzas o algo más? ¿Es la restauración de un familiar que está alejado? Sea lo que sea, ahora haz lo que yo hice. Extiéndele tu mano a Dios. Extiéndele tu mano a tu Padre, en el nombre de Jesucristo. ¡Hazlo en fe! Él te responderá. ¡Dios responde oraciones!
¡Dios es tu proveedor, tu sanador, y tu ayuda en tiempo de necesidad! ¡Él es Jehová Jireh! Pablo dijo esto: “Así que mi Dios les proveerá de TODO LO QUE NECESITEN, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19 NVI)
Jesús dijo esto: “Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.” (Mateo 21:2 NVI)
En tiempos como estos, la tentación para muchos es mirar primero al gobierno por ayuda. No estoy diciendo que está mal tomar esa ayuda; lo que estoy diciendo es esto: Dios, primero y principalmente, quiere que siempre lo miremos a Él por ayuda. Así que extiende tu mano en humildad y con fe como de niño. ¡Dios te encontrará donde estés!
Ahora, quizás estás leyendo esto y no tengas ninguna necesidad inmediata. Alabado sea Dios, ¡Él ya te ha provisto todo lo que necesitas! Si ese es el caso, déjame presentarte esto. Mientras otros extienden sus manos al Señor en una oración de necesidad, Dios simultáneamente llama a Su pueblo a ir como embajadores a suplir necesidades. Algunas veces en el caso de sanidad, Dios suple necesidades directamente; con otras cosas, Él usualmente usa a Su pueblo.
Algunos cristianos han sido bendecidos con una sobreabundancia de provisión. ¡Alabado sea Dios por eso! Si ese somos nosotros, Dios quiere que compartamos esa provisión con aquellos a los que Él nos dirige. Quizás es una persona o familia bajo una desesperada necesidad. Quizás es una iglesia o ministerio que ayuda a personas en necesidad, y nosotros podemos ayudar a los demás a través ellos. Mientras el Espíritu Santo te guía, extiende tu mano a aquellos a los que Dios te dirige.
Dios te bendiga hoy mientras extiendes tu mano,
Brian