“Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento.” (2 Corintios 2:14 LBLA)
Este versículo encapsula lo que Dios quiere hacer en nosotros y a través nuestro en tiempos como estos. De acuerdo al Apóstol Pablo, Dios “siempre nos lleva al triunfo en Cristo.” Si estoy leyendo esto correctamente, se supone que nuestra rutina sea “Victoria en Jesús, nuestro Salvador por siempre” como el antiguo himno lo proclama. Nuestro “normal” se supone que es Dios manifestando la fragancia de Su conocimiento y amor en nosotros y en todos con los que nos encontramos, en cualquier lugar. Eso es lo que ese versículo dice, ¿verdad?
Ahora debo admitir que tengo a ser una persona muy positivos y optimista, peor esto me parece muy obvio. ¿También lo es para ti?
Ahora, examinemos cómo los cristianos, los discípulos de Jesucristo, la Iglesia de Jesucristo, son llamados a ser durante una situación de pandemia y cómo ser siempre.
Cuando esta pandemia golpeó al inicio, las primeras preguntas que surgieron en las mentes de muchos cristianos fueron:
- ¿Como esto va a afectar a mi familia directa y lejana?
- ¿Cómo afectará a mis amigos cercanos?
- ¿Cómo me afectará física y económicamente?
- ¿Cómo afectará mi trabajo?
Luego, como fieles seguidores de Jesucristo, ¡entramos en razón y empezamos a orar triunfalmente! Comenzamos a recordar los tiempos en los que nuestro Dios nos ayudó a superar los tiempos difíciles. Mentalmente volvemos a recordar grandes historias de liberación que recientemente leímos en la Biblia. ¡Esos mismos titulares históricos y celestiales pasaron por nuestras mentes como un cartel de Times Square en la oscuridad de la noche!
- "¡Moisés abre el Mar Rojo y los Israelitas lo cruzan!”
- "¡Muros de Jericó caen con gritos de Alabanza!”
- "¡David derriba al gigante Goliat con una honda!”
- "¡Jesús Ora, Lazaro Revive!”
- "¡Con Lodo y Saliva, Jesús hace que un Ciego Recobre la Vista!”
- "¡Tumba Vacía, Cuerpo no Encontrado; Jesús se levanta de la Muerte!"
- ¡Y la lista continua y continúa!
Luego, posiblemente las dudas demoníacas nos persiguieron como un gran ladrón, enfocado en robar nuestro triunfo, coraje, audacia y confianza divina. Esos dardos demoniacos vienen hacia nosotros con la furia de un fantasma. Ese espíritu de temor, sea satánico o de nuestros propios pensamientos, dicho con la asertividad de un siniestro vendedor:
- "Pero esta vez es diferente."
- "¡Esto está afectando al mundo entero!"
- "¡No hay forma que esto no te afecte en maneras terribles!"
- "¿Que puede hacer tu Dios para ayudarte ahora?
- “¿Como vas a triunfar en esto?"
Posiblemente, un microbio espiritual de miedo y ansiedad se abrió paso en nuestras mentes, a través de nuestra audición, y de repente, fuimos infectados con el virus vicioso del derrotismo. Pero luego, la respuesta llegó como una ola de relámpagos, y ¡Dios se levantó en la escena como el campeón que Él es! ¡Junto con Él vino la fe y su compañero fiel, la Palabra de Dios, que es la Espada del Espíritu! ¡Valientemente la Palabra de Dios se levantó dentro de nosotros como un géiser listo para explotar! Luego, con el ungimiento del Espíritu Santo, ¡nosotros proclamamos la Palabra de Dios a ese temor, duda e incredulidad! Y repentinamente pero cómo era esperado, se desvaneció como vapor. ¿Verdad?
Se que mi descripción suena demasiado dramático, pero para ser sincero, así es como debería ser. Precisamente, ¡quizás eso es lo que le pasó a algunos del pueblo de Dios! De acuerdo a Romanos 8:37, “Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Esa es nuestra herencia espiritual a través de la gracia salvadora de Jesucristo. Esa es nuestra herencia como hijos de Dios.
Pablo escribió en Romanos 8:17 “y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.” Victoria aún en tiempos de sufrimiento, ¡eso es la promesa para que “también seamos glorificados en Él”! ¡Amén!
Desafortunadamente, muchos caen presas de los buitres pesimistas del temor y calamidad, en lugar de levantarse con alas como águilas como es descrito en Isaías 40:31:
“Pero los que esperan en el Señor
renovarán sus fuerzas;
se remontarán con alas como las águilas,
correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán.”
¡Nunca podemos olvidar que a pesar de las circunstancias alrededor nuestro, estaremos caminado detrás del León de la Tribu de Judá! Jesucristo el Príncipe de Paz, el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Señor de Señores y Rey de Reyes. Apocalipsis 5:5 dice, “No llores; mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos.”
¡Jesús es el vencedor y nosotros lo somos con Él!
Ahora, regresamos a la palabra triunfo en 2 Corintios 2:14. Triunfo es traducido de la palabra Griega thriambeuo.
- Eso también significa celebrar el triunfo.
- Significa celebrar la victoria ya ganada.
- Significa que Él causa y nos guía hacia el triunfo.
El Espíritu Santo nos guía hacia un mayor y completo entendimiento de lo que significa el triunfo de Jesús en la cruz para cada discípulo. 2 Corintios 2:14 es una poderosa promesa que necesita convertirse en nuestra realidad espiritual, pero ¿cómo eso puede suceder?
¡Una Exhortación - Si la Quieres o Necesitas!
¿Como eso puede suceder? La solución es lo suficientemente simple para que un niño lo entienda. Dios lo hizo de esa manera para que cualquiera de nosotros pueda recibirlo. Jesús dijo esto en Lucas 18:17 “En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.”
Así que a pesar del nivel espiritual de tu vida en este momento, Pablo escribe: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15 LBLA). Dios quiere que crezcas en el conocimiento y entendimiento de Su Palabra.
La pregunta es:
- ¿Quieres caminar en el triunfo del que leímos hoy?
- ¿Quieres caminar en la victoria que Jesús ya pagó en la cruz del Calvario?
- Si es así, tómate un tiempo para meditar en la Palabra de Dios.
- Necesitarás ir más allá de un plan de lectura bíblico de 5 minutos.
- Necesitarás ir más profundo que el tiempo de oración de 10 minutos, y del enviar solicitudes a medias al trono de gracia.
¡Dios está buscando por oraciones de fe! Él está buscando por hombres y mujeres de fe. Él puede transformarnos en uno si es que se lo pedimos y nos dedicamos a nosotros mismos a ese propósito. ¡Hay mucho más para que descubramos! ¡Créelo y búscalo! ¡Dios recompensa a los que buscan! ¡Él promete que lo encontrarán!
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” (Mateo 7:7 LBLA)
Para terminar, si realmente quieres que el poder espiritual de Dios fluya en ti como un dinamo, necesitarás conectarte a la fuente de poder del Espíritu Santo de Dios y sentarte en Su presencia. Si te distraes fácilmente, quítate tu reloj y apaga tu teléfono.
En tiempos como estos, ¡tenemos que entrenar como soldados de Jesucristo para caminar en triunfo! Si no lo hacemos, no experimentaremos el tipo de victoria del que hemos hablado hoy. Eso, mis hermanos y hermanas, sería una pérdida terrible de una promesa ya provista de Dios. ¿Verdad? ¡Sería una vergüenza tener la victoria en nuestras manos y no tomarla, todo por alguna distracción mínima y sin importancia! ¿Verdad?
Si no lo haz hecho hoy, levántate ahora, ve a tu lugar a solas con Dios y reúnete con Él. ¡Él ha estado esperando pacientemente por ti! Él te ama y quiere bendecirte con Su poder triunfante!
Dios te bendiga triunfalmente, Brian Mark Weller