¡Confía en Dios durante las temporadas de cambio!

¡Seguidores de Jesucristo, confía en Dios durante las temporadas de cambio!  

"Vivimos por fe, no por vista.” (2 Corintios 5:7)  

¿Por qué dudamos de las promesas de Dios? 
¿Por qué dudamos de la eficacia, la veracidad, y la realidad de la Palabra de Dios? 
¿Por qué dudamos que Dios está en control? 

Jesucristo era Señor, es Señor y siempre será Señor. ¡Él es supremo en autoridad! ¡Eso es lo que la palabra Señor significa! Isaías 9:7 dice. “El aumento de Su soberanía y de la paz no tendrán fin.” Yo lo creo, ¿tu no? ¡Sí, no habrá fin de Su Reino y poder, y debemos morar y meditar continuamente en eso! 

Debemos vivir cada día reconociendo que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús, quien es Señor de Señores. ¡El más supremo en autoridad! Hemos confiado en Él por salvación, y nuestros nombres fueron inscritos con el lapicero celestial de nuestro Padre en el Libro de la Vida del Cordero. En la Biblia, somos llamados Embajadores de Jesucristo. ¡Nosotros representamos un Reino del cual no hay fin, y no hay fin para nosotros! ¡Viviremos para siempre con Él en Su Reino glorioso! Ese pensamiento por si mismo debería liberar una inundación de gozo y paz en nuestras almas como no puede darlo este mundo! 

Sin embargo, hasta que el Reino Celestial de Dios venga, debemos pasar nuestro tiempo en el planeta Tierra como visitantes, peregrinos, como aquellos que pertenecen y son siervos de Jesucristo, Rey de Reyes, y Señor de Señores. Debemos vivir para la gloria de nuestro glorioso Dios y Padre Celestial. Debemos “salir con alegría y ser guiados en paz.” (Isaías 55:12) 

Así que continuemos confiando en Dios fielmente como discípulos de Jesucristo con una lealtad sin igual. Pongamos nuestras manos en el arado y no miremos hacia atrás a las temporadas que ya han pasado. Esas temporadas ya pasaron, y no podemos cambiar nada sobre ellas, ya sea bueno o malo.   

¡Debemos vivir en el ahora! 
¡Debemos mirar hacia adelante! 
¡Debemos seguir apoyándonos en las promesas de Dios! 
¡Debemos creer plenamente en la Palabra de Dios! 
Debemos correr la carrera y culminarla por medio de la gracia y poder que Dios nos da a través del Espíritu Santo 
¡Confiemos en Él en todas las cosas! ¡Amén!  

No olvidemos que Dios sabe todo lo que sucede en el mundo, y también sabe que vendrá. No todo será bonito y lleno de comodidad terrenal. ¡Jesús hizo muchas promesas, incluyendo la promesa de dificultades! Jesús dijo, “En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Sin embargo, al final, ¡Jesús gana! Si estamos con Él, ¡también ganamos! ¡Amén y amén!  

¡Así que confiemos y habitemos en Él! Descansemos y mantengámonos en el glorioso amor de Jesucristo y nuestro Padre Celestial. ¡No hay lugar más dulce, ni más excelente de estar que descansando en los brazos de Dios, el Todopoderoso, el Omnipotente, el Omnisciente, el Omnipresente! ¡Él es Jehová Jireh! ¡Él es Jehová Shalom! ¡Él es Jehová Rapha! ¡Amén! 

Para culminar, quiero compartir contigo lo que el Apóstol Pedro escribió sobre nosotros, el pueblo de Dios, los seguidores de Jesucristo. 

"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.” (1 Pedro 2:9)  

¡Ahora, salgamos hoy con nuestros corazones llenos de confianza celestial, el divino amor, poder de Dios, y en el nombre de Jesucristo como portadores de luz, representando a Dios nuestro Padre, nuestro Señor Jesucristo, y el Reino de Dios! ¡Amén!

 

Brian Mark Weller

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